La meditación es la herramienta definitiva para aliviar la ansiedad y aumentar la concentración. Lo que antes se consideraba una técnica para yoga, hoy se ha convertido en un ritual diario para muchos. La meditación es el proceso de transformar la mente a un estado de calma. Imagina un cielo nublado y gris que de repente se vuelve claro y despejado. La meditación es el viento que se lleva esas nubes. ¿Preparado para una mente de cielo despejado?. Descansar en un lugar y silenciar tus pensamientos puede ser una tarea difícil para el principiante en la meditación, por suerte, existen otras técnicas de meditación que puedes utilizar para alcanzar un estado mental zen.
Aquí te enseñamos 4 formas de meditar.
1. Meditación en movimiento
Esta práctica requiere quietud en el movimiento. El movimiento prolongado y constante, como un paseo por la naturaleza es tranquilizador y calmante. Prueba hacer 108 saludos al sol para conectar tu cuerpo y tu mente con la respiración. Entrégate al ritmo de la música y baila hasta la felicidad con la Meditación Osho Kundalini o ralentiza tus movimientos de baile con el Tai Chi. Cuando te pierdes en el movimiento, tu cerebro deja de pensar y tu cuerpo sólo se mueve.
2. Contemplación
Para esta práctica de meditación, mirarás hacia fuera para ir hacia dentro. Este ejercicio no sólo reduce la ansiedad, sino que también mejora la salud ocular. Siéntate quieto y mira fijamente a un objeto fijo. Si está al aire libre, fija la vista en una roca, un árbol o la luna (pero no en el sol). El parpadeo de una fogata o una vela también es un punto de enfoque increíble. Empieza con 10 a 15 segundos de contemplación, ya que esta técnica puede ser intensa.
3. Meditación práctica diaria
Esta técnica te anima a seguir con tu rutina diaria, pero a un ritmo más lento. Tómate el doble de tiempo de lo habitual para lavarte los dientes, subir las escaleras o ponerte los zapatos. La concentración te mantendrá en el presente. Además, en este mundo tan acelerado, esta práctica de meditación es una excusa positiva para ralentizar todo.
4. Meditación del amor bondadoso
Esta forma de meditación, también llamada meditación Metta, es una práctica sentada... con un giro. Coge un cojín y siéntate cómodamente con los ojos cerrados. A continuación, piensa en tus mayores deseos y exprésalos en frases cortas, como "puedo estar en paz" o " soy amor". A continuación, repite las frases y dirígelas a las siguientes personas: una persona querida en tu vida, como un profesor o un amigo; una persona neutral, como el cartero o el camarero; una persona sobre la que tengas sentimientos negativos o desafiantes; y, por último, a toda la humanidad. Mientras envías tus pensamientos a un lugar más amable, experimentarás una sensación de paz a la vez que elevas tus propias vibraciones positivas.
¿Qué técnica te gustaría probar? Tómate tu tiempo y sé paciente a la hora de desarrollar tu práctica de meditación. Si abandonas demasiado pronto te estarás perdiendo sus increíbles beneficios: aumento de la concentración, reducción del estrés, mejora de la salud y envejecimiento más lento.